Heridas múltiples en la zona de la cruz, cuello, jefe, tórax, abdomen y periné. Así recibimos a Xènia después de ser mordida por tres perros.
Una vez comprobados los parámetros analíticos y las radiografías, entramos a cirugía para reconstruir de manera extensiva todas las heridas.
Dos cirujanos, cuatro manos y una anestesista consiguieron reducir el tiempo de la cirugía y por tanto el riesgo anestésico.
Reintervenimos dos veces más a la paciente por dehiscencias de las suturas e infección de las heridas.
El cultivo microbiológico que enviamos a laboratorio evidencia una triple infección con bacterias multirresistentes.
Procedemos a desbridar la herida y hospitalizamos para realizar las curas diarias con vendado wet-to-dry y hielo hidrocoloide.
En el cuarto día, valorando el aspecto de la herida, mucho más saludable, se cierra por primera intención retardada y puntos de alivio de tensión.
5 drenajes, 2 ingresos, 3 intervenciones, 1 cultivo y muchos cuidados, es lo que ha necesitado Xènia para superar este susto.